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En el marco del Día de las Niñas en TIC, Lioubov Dombrovskaia, profesora del Departamento de Informática, resalta en esta columna la importancia de distintas mujeres a lo largo de la historia en el ámbito de la informática. 

Cuando te imaginas a un científico, normalmente imaginas a un hombre canoso con capa blanca y peinado, a lo Albert Einstein. Cuando te imaginas a un ingeniero en computación, piensas en un hombre joven en polera y jeans que toma litros de café y come papas fritas frente al computador. Estos prejuicios hacen que las niñas deciden no estudiar carreras relacionadas con tecnologías o ciencias, ya que creen que no son para mujeres.

Con esta pequeña columna mostraré al aporte de muchas mujeres a la computación desde sus inicios y recordaré sus inventos. Normalmente, su labor pasa desapercibida frente a la labor de hombres aunque sus logros puedan ser igualmente importantes.

Ada Lovelace es la primera programadora que el mundo conoce. En el año 1843 ella desarrolló un primer “programa” para la máquina analítica de Charles Babbadge, que ya contenía todas las partes teóricas de un computador moderno. Cabe decir, que el programa que escribió Ada era una secuencia de pasos para calcular números de Bernoulli.

Los pasos de Ada la siguió Henrietta Swan Lewis que fue una astrónoma y calculista, desarrolló varios algoritmos para cálculo de distancias hacía los objetos muy lejanos como estrellas o galaxias. Y fue parte de muchas mujeres calculistas que ayudaban a astrónomos a descubrir estrellas y galaxias más lejanas al comienzo del siglo XX.

Hedy Lamarr no sólo fue una famosa actriz de Hollywood, sino también inventó en los años 1940 tecnologías de salto de frecuencias que permite ahora operar a GPS,  Bluetooth y WiFi.

Durante la segunda guerra mundial, un grupo de mujeres inglesas se dedicó a descifrar los mensajes alemanes usando un computador Colossus, al igual que otro grupo de mujeres operaron un primer computador de propósito general que se llama Eniac. Este último pasó a la historia como Top Secret Rosies quienes crearon las bases para lenguajes de programación.

Grace Hopper fue una científica de la computación y militar estadounidense con grado de contraalmirante. En la década de 1950 desarrolló el primer compilador para un lenguaje de programación. También, inventó el término Bug, que se refiere a un problema en el programa, pero en su caso realmente fue una mosca pegada en un relé que impedía que el programa funcionase. Ella inventó muchas otras cosas y las mujeres científicas en computación celebran una conferencia anual que lleva su nombre.

En 1965 Mary Allen fue la primera en crear y trabajar con un computador privado desde su casa, lo cual hace que se le considere la primera usuaria de uno de estos computadores. Los gabinetes tenían el tamaño aproximado de un refrigerador y 12 bits de memoria cuya capacidad le permitía grabar de 1024 a 2048 palabras.

Barbara Liskow, en 1968, se convirtió en una de las primeras mujeres de los Estados Unidos en conseguir un doctorado en ciencias de la computación, en la Universidad de Stanford. Ha recibido varios reconocimientos por su contribución a los lenguajes de programación, metodologías de programación y sistemas distribuidos.

Otra famosa científica e ingeniera es Margaret Hamilton, quien junto con su equipo desarrolló el software de navegación "on-board" para el Programa Espacial Apolo en 1965. Hamilton se le atribuye el nombre de la disciplina de "ingeniería de software". Cuando ella comenzó a utilizar este término durante las primeras misiones Apolo, el desarrollo de software no se tomó en serio en comparación con otras ingenierías, ni considerado como una ciencia. A Hamilton le preocupaba legitimar el desarrollo de software como disciplina de ingeniería. Con el tiempo, el término "ingeniería de software" ganó el mismo respeto que cualquier otra disciplina técnica.

En la industria de videojuegos, también hubo mujeres destacadas, por ejemplo, Carol Shaw fue la primera diseñadora de juegos en Atari en los años 1980 y Roberta Williams diseñó aventuras gráficas en 1984.

Frances Allen fue reconocida con premio Turing en 2005 por su trabajo en compiladores, optimización de código y computación paralela. También tuvo un rol importante en la creación de lenguajes de programación y códigos de seguridad para la Agencia de Seguridad Nacional Americana.

Todas estas mujeres han ayudado a crear el mundo tecnológico que todos conocemos hoy. Cualquiera que te diga que la carrera de informática o computación es para hombres, no conoce los trabajos de todas estas mujeres y muchas otras que no alcanzamos a nombrar. Estudiar y trabajar en informática permite resolver problemas de más diversa naturaleza y sentir la satisfacción de crear una solución que hace más fácil la vida de otras personas. ¡Así que no te desanimes, tú puedes ser la próxima referente de mujeres en computación!